El cáncer de piel

¿QUÉ ES EL CÁNCER DE PIEL?

El cáncer de piel es por mucho el tipo de cáncer más común. Si usted tiene cáncer de piel, es importante saber el tipo de cáncer que tiene, ya que esto afecta sus opciones de tratamiento y su pronóstico..

Cáncer de piel de células basales y de células escamosas

Estos tipos de cáncer se encuentran con más frecuencia en las áreas que han sido expuestas a la luz solar, como el cuello, la cabeza, los brazos, aunque se pueden presentar en cualquier parte del cuerpo. Estos cánceres son muy comunes, pero generalmente se pueden tratar.

¿Qué son los cánceres de piel de células basal

Los cánceres de células basales y de células escamosas son los tipos más comunes de cáncer de piel. Estos tipos de cáncer comienzan en la capa superior de la piel (la epidermis), y a menudo están relacionados con la exposición al sol.

El cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer sin control. Las células en casi cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en células cancerosas.

¿Dónde se originan los cánceres de piel?

La mayoría de los cánceres de piel comienza en la capa superior de la piel, llamada epidermis. Existen tres tipos principales de células en esta capa:

  • Células escamosas: estas son células planas en la parte superior (externa) de la epidermis que se desprenden constantemente a medida que las nuevas células se forman. Cuando estas células crecen fuera de control, pueden convertirse en cáncer de piel de células escamosas (también llamado carcinoma de células escamosas).
  • Células basales: estas células están en la parte inferior de la epidermis, llamada capa de células basales. Estas células se dividen constantemente para reemplazar las células escamosas que se desprenden de la superficie de la piel. A medida que estas células se desplazan hacia la epidermis se vuelven más planas, y con el tiempo se convierten en células escamosas. Los cánceres de piel que comienzan en la capa basal de las células se denominan cánceres de piel de células basales o carcinomas de células basales.
  • Melanocitos: estas células producen el pigmento marrón llamado melanina que causa que la piel se broncee o se ponga morena. La melanina actúa como bloqueador solar natural del cuerpo que protege las capas más profundas de la piel contra algunos de los efectos nocivos del sol. El cáncer de piel tipo melanoma comienza en estas células.

La epidermis está separada de las capas más profundas de la piel por la membrana basal. Cuando un cáncer de piel se vuelve más avanzado, por lo general atraviesa esta barrera y las capas más profundas.

Carcinoma de células basales

El carcinoma de células basales (también referido como cáncer de piel de células basales) es el tipo más común de cáncer de piel. Alrededor de 8 de cada 10 casos de cáncer de piel son carcinomas de células basales (también llamados cánceres de células basales).

Estos cánceres comienzan en la capa celular basal, que es la parte inferior de la epidermis.

Por lo general, estos cánceres surgen en las zonas expuestas al sol, especialmente la cara, la cabeza y el cuello. Estos cánceres suelen crecer lentamente. Es muy poco común que el cáncer de células basales se propague a otras partes del cuerpo. Pero de no tratarse, el cáncer de células basales puede extenderse hacia las áreas cercanas e invadir el hueso u otros tejidos debajo de la piel.

El carcinoma de células basales puede reaparecer (recurrir) en el mismo lugar de la piel, si no se extrae completamente. Las personas que han tenido cánceres de piel de células basales también tienen una probabilidad mayor de padecer nuevos cánceres en otros lugares.

Carcinoma de células escamosas

Alrededor de 2 de 10 diez casos de cáncer de piel son carcinomas de células escamosas (también llamados cánceres de células escamosas). Estos cánceres se originan en las células planas en la parte superior (externa) de la epidermis.

Estos cánceres comúnmente aparecen en las áreas del cuerpo expuestas al sol, tales como la cara, las orejas, los labios y el dorso de las manos. También puede surgir en cicatrices o llagas crónicas de la piel en otras partes del cuerpo. Algunas veces comienzan en las queratosis actínicas (se describen a continuación). Con menor frecuencia, se forman en la piel del área genital.

Los cánceres de células escamosas generalmente se pueden extirpar por completo (o tratar de otras maneras), aunque son más propensos que los cánceres de células basales a extenderse hacia las capas más profundas de la piel y propagarse a otras partes del cuerpo.

Factores de riesgo para los cánceres de piel de células basales y de células escamosas

Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta su riesgo de padecer una enfermedad, como el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, como el fumar y la exposición excesiva a la luz solar, se pueden controlar. Otros factores, como su edad o sus antecedentes familiares, no se pueden cambiar.

Presentar uno, o incluso muchos de los factores de riesgo no significa que usted padecerá cáncer de piel. Muchas personas con factores de riesgo nunca padecen cáncer de piel, Además, algunas personas que llegan a padecer cáncer puede que tengan pocos o ninguno de los factores de riesgo conocidos.

Aun así, resulta importante informarse sobre los factores de riesgo para el cáncer de piel, ya que podrían haber medidas que usted puede tomar para reducir el riesgo de padecerlo. Si usted presenta un mayor riesgo debido a ciertos factores, también hay medidas que puede tomar para ayudar a descubrir el cáncer temprano, cuando es probable que sea más fácil de tratar.

Varios factores de riesgo ocasionan que una persona sea más propensa a padecer cáncer de piel de células escamosas o de células basales.

Exposición a la luz ultravioleta (UV)

Se cree que la exposición a los rayos ultravioleta (UV) es el principal factor de riesgo de la mayoría de los cánceres de piel. La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta. Las camas bronceadoras son otra fuente de rayos UV.

Aunque los rayos UV representan sólo una pequeña porción de los rayos del sol, son los principales causantes de daño solar en la piel. Los rayos UV dañan el ADN (genes) dentro de las células de la piel. Los cánceres de piel pueden comenzar cuando este daño afecta el ADN de los genes que controlan el crecimiento de las células de la piel.

Tener piel blanca

Cualquier persona puede padecer cáncer de piel, pero las personas con piel de color claro tienen un riesgo mucho mayor que las personas con un color de piel naturalmente más oscuro. Esto se debe a que la melanina (el pigmento de la piel) tiene un efecto protector en las personas con piel más oscura. Las personas de raza blanca que tienen una piel clara con pecas o que se quema fácilmente, ojos azules o verdes, y cabello naturalmente rojo o rubio tienen un riesgo especialmente alto.

El albinismo es una ausencia hereditaria del pigmento protector de la piel. Las personas con esta afección pueden tener cabellos blancos y piel de color blanco-rosado, y tienen un alto riesgo de quemaduras de sol y de padecer cáncer de piel. 

Envejecimiento

El riesgo de padecer cánceres de piel de células basales y cánceres de piel de células escamosas aumenta a medida que las personas envejecen. Probablemente esto se debe a la acumulación de la exposición solar con el transcurso del tiempo. Sin embargo, estos cánceres cada vez son más comunes en personas más jóvenes, probablemente porque estas pasan más tiempo expuestas al sol.

Pertenecer al sexo masculino

Los hombres son más propensos que las mujeres a padecer cánceres de piel de células basales y de células escamosas. Se cree que esto se debe principalmente a que se recibe más exposición a la luz solar.

Exposición a ciertos químicos

La exposición a grandes cantidades de arsénico aumenta el riesgo de cáncer de piel. El arsénico es un elemento que se encuentra naturalmente en el agua de pozo de algunas áreas. También se usa para producir algunos pesticidas y en algunas otras industrias.

Los trabajadores expuestos a la brea de carbón, la parafina y a ciertos tipos de productos de petróleo también pueden presentar un mayor riesgo de padecer cáncer de piel.

Exposición a la radiación

Las personas que se han sometido a la radioterapia tienen mayor riesgo de padecer cáncer de piel en el área en la que recibieron el tratamiento. Ésta es una inquietud particularmente en los niños que han recibido radiación como tratamiento contra el cáncer.

Historial de cáncer de piel

Las personas que haya tenido cáncer de células escamosas tienen una probabilidad mucho mayor de padecer otro de estos cánceres.

Lesiones o inflamaciones graves o prolongadas de la piel

Las cicatrices de quemaduras graves, la piel que recubre el área donde se produjo una infección ósea grave y la piel dañada por ciertas enfermedades inflamatorias graves tienen más probabilidades de padecer cánceres de piel, aunque, por lo general, este riesgo es pequeño.

Tratamiento de la psoriasis

Los tratamientos con psoralenos y luz ultravioleta (PUVA), administrados a algunos pacientes con psoriasis (una enfermedad inflamatoria crónica de la piel ), pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel de células escamosas y es probable que otros tipos de cáncer de piel.

¿Se pueden prevenir los cánceres de piel de células basales y de células escamosas?

Los cánceres de piel de células basales y escamosas no se pueden prevenir de forma segura. Algunos factores, tales como su edad, el género, la raza, y el antecedente familiar no se pueden controlar. Sin embargo, hay medidas que usted puede tomar que podrían reducir su riesgo de padecer estos y otros cánceres de piel.

Limite su exposición a los rayos ultravioleta (UV)

La forma más importante de reducir su riesgo de los tipos de cáncer de piel de células basales y de células escamosas es limitar su exposición a los rayos UV. Cuando esté al aire libre, tome medidas para protegerse del sol.

Busque la sombra

Simplemente mantenerse en la sombra es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta.

“¡Póngase, úntese, colóquese …y use!”

Esta frase popular puede ayudar a recordar algunos de los pasos clave que puede tomar para protegerse contra los rayos UV. Si va a pasar tiempo al aire libre:

  • ¡Póngase una camisa!
  • ¡Úntese bloqueador solar!
  • ¡Colóquese un sombrero!
  • ¡Use lentes de sol para proteger los ojos y la piel sensible alrededor de éstos!

Evite las camas bronceadoras y las lámparas de sol

Muchas personas creen que los rayos UV de las camas bronceadoras no son perjudiciales, pero esto no es cierto. Las lámparas bronceadoras emiten  rayos UV que pueden causar daños a la piel a largo plazo, y contribuir al cáncer de piel. La mayoría de los médicos y organizaciones de la salud no recomienda el uso de las camas bronceadoras ni las lámparas de sol.

Proteja a los niños del sol

Los niños necesitan especial atención, ya que éstos tienden a pasar más tiempo al aire libre y pueden quemarse más fácilmente. Los padres y las personas que cuidan de los niños deben protegerlos de la exposición excesiva al sol con los pasos descritos anteriormente. A los niños hay que orientarlos sobre los daños que causa demasiada exposición solar a medida que se vayan haciendo más independientes.

Para obtener más información sobre la exposición a los rayos UV y lo que puede hacer para protegerse a sí mismo y a sus seres queridos, consulte Indiceuv.cl

Evite los químicos nocivos

La exposición a ciertos químicos, como el arsénico, puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel. Las personas pueden estar expuestas a arsénico mediante el agua de pozo en algunas áreas, pesticidas y herbicidas, algunas medicinas y remedios herbarios tradicionales importados, y ciertas ocupaciones (como trabajos en minería y fundición).

Examínese la piel con regularidad

Examinar su piel regularmente puede ayudar a identificar cualquier nuevo crecimiento o área anormal que debe mostrar a su médico antes de que tenga la probabilidad de convertirse en cáncer de piel.

No fume

Fumar se ha vinculado a un mayor riesgo de cáncer de piel de células escamosas, así como a muchos otros tipos de cáncer.

Cáncer de piel tipo melanoma

El melanoma es menos común que algunos otros tipos de cáncer de piel, aunque tiene más probabilidades de crecer y propagarse. Ya sea que usted o un ser querido tenga melanoma, saber lo que se puede esperar podrá ser de ayuda para sobrellevar mejor la situación.
¿Qué es el cáncer de piel tipo melanoma?

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina cuando los melanocitos (las células que dan a la piel su color bronceado o marrón) comienzan a crecer fuera de control.

El cáncer se origina cuando las células del cuerpo comienzan a crecer sin control. Las células de casi cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en cáncer y pueden entonces extenderse a otras áreas del cuerpo. Si desea más información sobre el cáncer, cómo se origina y se propaga, consulte ¿Qué es el cáncer?

El melanoma es mucho menos frecuente que otros tipos de cánceres de piel. Pero el melanoma es más peligroso porque es mucho más probable que se propague a otras partes del cuerpo si no se descubre y se trata a tiempo.

La mayoría de los cánceres de piel comienza en la capa superior de la piel, llamada epidermis. Existen tres tipos principales de células en esta capa:

  • Células escamosas: estas son células planas localizadas en la parte más superficial (externa) de la epidermis que se desprenden constantemente a medida que las nuevas células se forman en las capas más profundas.
  • Células basales: estas células están en la parte inferior de la epidermis, llamada capa de células basales. Estas células se dividen constantemente para reemplazar las células escamosas que se descaman de la superficie de la piel. A medida que estas células se desplazan hacia la epidermis se vuelven más planas, y con el tiempo se convierten en células escamosas.
  • Melanocitos: estas son las células que se pueden convertir en melanoma. Normalmente producen el pigmento marrón llamado melanina, lo que hace que la piel tenga un color moreno o bronceado. La melanina protege las capas más profundas de la piel contra los efectos nocivos del sol.

La epidermis está separada de las capas más profundas de la piel por la membrana basal. Cuando un cáncer de piel se vuelve más avanzado, por lo general atraviesa esta barrera e invade las capas más profundas.

Cánceres de piel tipo melanoma

El melanoma es un cáncer que se origina en los melanocitos. A este cáncer se le conoce también como  melanoma maligno melanoma cutáneo. La mayoría de las células del melanoma continúan produciendo melanina de modo que los tumores tipo melanoma usualmente son de color café o negro. Sin embargo, algunos melanomas no producen melanina y pueden lucir de color rosado, pálido o incluso blanco.

Los melanomas se pueden desarrollar en cualquier parte de la piel, pero son más frecuentes en el tronco (pecho y espalda) de los hombres y en las piernas de las mujeres. El cuello y el rostro son otros sitios comunes.

Tener una piel con pigmentación oscura disminuye el riesgo de melanoma en estos lugares más comunes, aunque cualquier persona puede también desarrollar este tipo de cáncer en las palmas de las manos, las plantas de los pies o debajo de las uñas. Los melanomas en estas áreas son más frecuentes en estadounidenses de raza negra que en los de raza blanca.

Los melanomas también se pueden formar en otras partes del cuerpo como los ojos, la boca, los genitales y el área anal, pero son mucho menos comunes que los melanomas de la piel.

El melanoma es mucho menos frecuente comparado con otros tipos de cáncer de piel. Pero el melanoma es más peligroso porque crece más rápido y es mucho más probable que se propague a otras partes del cuerpo si no se descubre y se trata a tiempo.

Tumores benignos de la piel

Muchos tipos de tumores benignos (no cancerosos) se pueden originar de los diferentes tipos de células de la piel.

Tumores benignos que se originan en los melanocitos

Un lunar (nevo) es un tumor benigno de la piel que se origina a partir de los melanocitos. La mayoría de las personas tienen lunares. No obstante, casi todos los lunares son inofensivos, algunos tipos pueden aumentar su riesgo de melanoma. Para obtener más información acerca de los lunares.

Un tipo de lunar que a veces se parece al melanoma se llama nevo Spitz. Este lunar es más común en niños y adolescentes, aunque a veces se presenta en adultos. Por lo general, estos tumores son benignos y no se propagan. Sin embargo, algunas veces los médicos tienen problemas para distinguir entre un “nevo Spitz” y un melanoma maligno, aun cuando los observan con un microscopio. Por lo tanto, a menudo estos lunares se extirpan como medida de seguridad.

Tumores benignos que se originan de otros tipos de células de la piel

  • Queratosis seborreica: manchas con relieve, de color marrón, café o negro con una textura “cerosa”
  • Hemangiomas: crecimientos benignos de los vasos sanguíneos, a menudo se les llama manchas de fresa
  • Lipomas: crecimientos blandos compuestos de células adiposas
  • Verrugas: crecimientos de superficie áspera causados por algunos tipos del virus del papiloma humano (VPH)

La mayoría de estos tumores rara vez se vuelven cáncer. Existen muchas otras clases de tumores benignos de la piel, pero la mayoría no son comunes.

¿Se puede prevenir el cáncer de piel tipo melanoma?

No existe una manera infalible de prevenir el melanoma. Algunos factores de riesgo, tales como su edad, la raza, y el antecedente familiar no se pueden controlar. Sin embargo, hay medidas que usted puede tomar que podrían reducir su riesgo de padecer melanoma y otros cánceres de piel.

Limite su exposición a los rayos ultravioleta (UV)

La forma más importante de reducir el riesgo de melanoma es protegerse de la exposición a los rayos UV. Lleve a cabo las medidas de protección contra el sol al estar al aire libre.

Busque la sombra

Simplemente mantenerse en la sombra es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta.

“¡Póngase, Úntese, Colóquese …y cúbrase!

Si va a pasar tiempo al aire libre, esta frase popular puede ayudar a recordar algunos de los pasos clave que puede tomar para protegerse contra los rayos UV:

  • ¡Póngase una camisa!
  • ¡Úntese bloqueador solar!
  • ¡Colóquese un sombrero!
  • ¡Cúbrase con lentes de sol para proteger los ojos y la piel sensible alrededor de éstos!

Evite las camas bronceadoras y las lámparas de sol

Muchas personas creen que los rayos UV de las camas bronceadoras no son perjudiciales, pero esto no es cierto. Las lámparas bronceadoras emiten  rayos UV que pueden causar daños a la piel a largo plazo, y contribuir al cáncer de piel. El uso de camas bronceadoras ha sido asociado a un riesgo aumentado de melanoma, especialmente si se comenzó a usar estas camas antes de que la persona cumpliera 30 años de edad. La mayoría de los dermatólogos (médicos de la piel) y organizaciones de la salud no recomienda el uso de las camas bronceadoras ni las lámparas de sol.

Proteja a los niños del sol

Los niños necesitan especial atención, ya que éstos tienden a pasar más tiempo al aire libre y pueden quemarse más fácilmente. Los padres y las personas que cuidan de los niños deben protegerlos de la exposición excesiva al sol con los pasos descritos anteriormente. A los niños hay que orientarlos sobre los daños que causa demasiada exposición solar a medida que se vayan haciendo más independientes.

Cómo obtener más información sobre la protección solar

Para más información sobre cómo protegerse usted y su familia de la exposición a la luz ultravioleta, consulte Indiceuv.cl?

Preste atención a lunares anormales

Examinar su piel regularmente puede ayudar a identificar cualquier lunar u otro crecimiento nuevo o anormal. Pida a su médico que lo examine antes de que tenga la probabilidad de convertirse en cáncer de piel.

Ciertos tipos de lunares son más propensos a convertirse en melanoma. Si usted presenta lunares, dependiendo de la apariencia, puede que su médico quiera observarlos minuciosamente mediante exámenes periódicos o puede extirpar algunos de ellos si tienen características que sugieren que podrían convertirse en melanoma.

Por lo general, no se recomienda la extirpación rutinaria de un gran número de lunares como forma de prevención del melanoma. Algunos melanomas se originan de lunares, pero la mayoría no. Si usted tiene muchos lunares, se recomiendan exámenes de rutina minuciosos realizados por un dermatólogo, al igual que los autoexámenes mensuales de la piel.

Si usted encuentra un lunar nuevo, inusual, o nota un cambio en un lunar, esto debe ser examinado por un médico con experiencia en el reconocimiento de cánceres de piel. 

Evite debilitar el sistema inmunitario

Tener un sistema inmunitario debilitado aumenta el riesgo de padecer melanoma y otros tipos de cáncer de piel.

La infección por el VIH, el virus que causa el SIDA, puede debilitar el sistema inmunitario. Además, evitar los factores de riesgo conocidos para la infección por VIH, como el uso de drogas por vía intravenosa (IV), las relaciones sexuales con muchas parejas sin protección, también pudiese reducir el riesgo de padecer cáncer de piel y muchos otros tipos de cáncer.

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